Esta foto la tomé desde arriba de una gran piedra en un lugar precioso llamado "La cascada del toro muerto" saliendo de Cura Brochero (Sierras cordobesas)

Recorriendo la montaña observé esto que se me ocurre como una "comunidad de piedras?" Me apasioné con las variedad de formas que tiene!.Tambien corresponden al camino de los artesanos.

El camino de los artesanos - Montaña, cielo y sol Bellos paisajes.

jueves, 14 de enero de 2010

"Viendo a la gente andar" de J. Gelman




“Viendo a la gente andar,

ponerse el traje

el vestido, la piel y la sonrisa

comer sobre los platos dulcemente

afanarse, correr, sufrir,

dolerse todo

por un poquito de pan y de alegría,

viendo a la gente, digo,

no hay derecho a castigarle


el hueso y la esperanza,

a ensuciarle los cantos,

a oscurecerle el día,

viendo, sí, cómo la gente llora

en los rincones más oscuros del alma

y sin embargo

sabe reír y andar derecho,

viendo a la gente, bueno,

viéndola tener hijos y esperar

y siempre creer

que van a mejorar las cosas

y viéndola pelear por sus riñones,

digo gente,

qué hermoso andar contigo

a descubrir la fuente de lo nuevo,

a arrancar la felicidad,

a traer el futuro sobre el lomo,

hablar familiarmente con el tiempo

y saber que acabaremos

y de una buena vez por ser dichosos,

qué hermoso, digo gente,

qué misterio vivir tan castigado

y cantar y reír ¡qué asunto raro!…”

Preguntas de J. Gelman




Ya que navegas por mi sangre

y conoces mis límites

y me despiertas en la mitad del día

para acostarme en tu recuerdo

y eres furia de mi paciencia para mi

dime qué diablos hago

por qué te necesito

quién eres muda sola

recorriéndome razón de mi pasión

por qué quiero llenarte solamente de mí

y abarcarte acabarte mezclarme a tus huesitos

y eres única patria contra las bestias

el olvido
de Perros célebres y vientos, "Cólera buey"

Farewell (fragmento)



Amo el amor de los marineros


que besan y se van.


Dejan una promesa.


No vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera:


los marineros besan y se van.


Una noche se acuestan con la muerte


en el lecho del mar


Pablo Neruda



Escribo en el olvido


En cada fuego de la noche


cada rostro de ti.


Hay entonces una piedra


donde te acuesto mía,


ninguno la conoce,


él fundado pueblos en tu dulzura,


He sufrido esas cosas,


eres fuera de mí,


me perteneces extranjera.(J. Gelman)

Cáp.93 de Rayuela de Cortázar




  1. Pero el amor, esa palabra... Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación de] amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fájate. Pero fijate bien, porque no es gratuito.
    ¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto. Pero estoy solo en mi pieza, caigo en artilugios de escriba, las perras negras se vengan cómo pueden, me mordisquean desde abajo de la mesa. ¿Se dice abajo o debajo? Lo mismo te muerden. ¿Por qué, por qué, pourquoi, why, warum, perchè este horror a las perras negras? Miralas ahí en ese poema de Nashe, convertidas en abejas. Y ahí, en dos versos de Octavio Paz, muslos del sol, recintos del verano. Pero un mismo cuerpo de mujer es María y la Brinvilliers, los ojos que se nublan mirando un bello ocaso son la misma óptica que se regala con los retorcimientos de un ahorcado. Tengo miedo de ese proxenetismo, de tinta y de voces, mar de lenguas lamiendo el culo del mundo. Miel y leche hay debajo de tu lengua... Sí, pero también está dicho que las moscas muertas hacen heder el perfume del perfumista. En guerra con la palabra, en guerra, todo lo que sea necesario aunque haya que renunciar a la inteligencia, quedarse en el mero pedido de papas fritas y los telegramas Reuter, en las cartas de mi noble hermano y los diálogos del cine. Curioso, muy curioso que Puttenham sintiera las palabras como si fueran objetos, y hasta criaturas con vida propia. También a mí, a veces, me parece estar engendrando ríos de hormigas feroces que se comerán el mundo. Ah, si en el silencio empollara el Roc... Logos, faute éclatante. Concebir una raza que se expresara por el dibujo, la danza, el macramé o una mímica abstracta. ¿Evitarían las connotaciones, raíz del engaño? Honneur des hommes, etc. Sí, pero un honor que se deshonra a cada frase, como un burdel devírgenes si la cosa fuera posible.

viernes, 8 de enero de 2010

Walking Around

Walking Around
Sucede que me canso de ser hombre.Sucede que entro en las sastrerías y en los cinesmarchito, impenetrable, como un cisne de fieltroNavegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñasy mi pelo y mi sombra.Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería deliciosoasustar a un notario con un lirio cortadoo dar muerte a una monja con un golpe de oreja.Sería belloir por las calles con un cuchillo verdey dando gritos hasta morir de frío
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,vacilante, extendido, tiritando de sueño,hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.No quiero continuar de raíz y de tumba,de subterráneo solo, de bodega con muertosateridos, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleocuando me ve llegar con mi cara de cárcel,y aúlla en su transcurso como una rueda herida,y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,a hospitales donde los huesos salen por la ventana,a ciertas zapaterías con olor a vinagre,a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinoscolgando de las puertas de las casas que odio,hay dentaduras olvidadas en una cafetera,hay espejosque debieran haber llorado de vergüenza y espanto,hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,con furia, con olvido,paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:calzoncillos, toallas y camisas que lloranlentas lágrimas sucias.
Pablo Neruda